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Dile a ella, que ella puede cambir su nombre cuando es adulto. No cuando esta viviendo con tigo. No has compartido el rason porque quiere cambiar su nombre. Puedas hacer lo?
Pues si. Es su vida y llevara el nombre por el resto de sus días. Los hijos no nos pertenecen. Dios solo nos los presta.
Bueno, Que importa el nombre, seguirá siendo tu hija siempre. Esto tambien aplica o es igual cuando ellos eligen su condición sexual.
Teniendo en cuenta que la que debe llevar el nombre por el resto de su vida, 24 horas al día y 365 días al año, es ella; deberías permitírselo.
Pues claro que sí mujer. Déjala que se cambie el nombre, que tiene ya 17 años. Adviértele que no puede estar cambiándose de nombre todos los años y que tiene que estar muy segura, pero apóyala y págaselo tú para demostrarle que la apoyas.
Es mi opinión. Si a ella le gusta no hay más que hablar.
En un año más podrá hacerlo sin preguntarte, piensa bien si ganas más en aceptarlo hoy o esperar a que ella lo haga sin preguntarte.
Ese es un maravilloso problema que tener con un hijo adolescente. Cuando primero vi la pregunta pensé que ella quería casarse, luego cuando vi la pregunta completa y vi que era un cambio de nombre, me dio tremendo alivio. Si ella prefiere otro nombre, pues bien. Yo la apoyaría.
Honestamente, a este punto usted tiene dos opciones: negarse y enojarse porque de todas maneras, cuando cumpla 18 no va a necesitar de su permiso (mucho menos si ella lo va a pagar) y dañar la relación con su hija sobre algo tan absurdo como si a ella le gusta que la llamen de equis o ye forma; o bien apoyarla.
Creo que como padre deberías de apoyarla en sus decisiones pero debes de explicarte el porque le pusieron ese nombre y su significado. Pregúntale porque quiere cambiarse el nombre debe haber algún motivo para que ella decee hacer eso y explicale lo que va a pasar cuando ella se cambie el nombre y es que cuando lo llegue hacerlo tendrá que pasar por un proceso que es hacer que las personas que están a su alrededor aprendan a llamar por su nuevo nombre y que esto no va a pasar en una día o dos si no que va a tomar un tiempo hacer que las personas se acostumbre a ese nuevo nombre. Y que ella debe ser paciente con este tema ya que las personas para que cambien su forma de pensar toma un tiempo. Y que ella tan bien debe acostumbrarse a ese nuevo nombre
Tu hija debe ser libre de llamarse como quiera, y de muchas otras cosas. Debe sentir que tú la apoyas en sus decisiones. El nombre es su identidad, que en su día fue impuesta. Si ella decide cambiarla está en su derecho y debe entender que tiene la capacidad, el derecho de elegir su propio camino y responsabilizarse de las consecuencias de sus actos. Considero que 17 años ya tiene bastante madurez para ciertas cosas, y esta puede ser una de ellas. Tú como madre puedes darle tu opinión, pero ella tiene la decisión. Es mejor que la dejes ahora, porque confías en ella y en su buen juicio y razones, aunque no las entiendas, que que lo haga en un año porque la ley se lo permite. Es un poco triste que tenga que ser la ley la que obligue a un padre a dejar a su hijo elegir su camino.
A veces los adolescentes hacen cosas muy creativas para modificar la imagen, el nombre es parte de estas reinvenciones y modificaciones.
No es muy sencillo para una persona acostumbrarse a su nuevo nombre el proceso de pensarlo es más divertido y ya sobre la marcha el adaptarse a ello es complicado y extraño, nada que no se pueda superar emocionalmente hablando. Como psicóloga recomiendo siempre dos cosas, que los padres acepten a sus hijos como individuos que son desde pequeños, porque la ecuación es muy sencilla, si te acepto como individuo nuestra relación será muy interesante y se verá enriquecida bilateralmente.
Y por otro lado, el apoyo de un profesional de la psicología para realmente descubrir el origen de ese deseo, ese sueño, esa idea que surgió "voy a cambiarme el nombre". Por lo que leo de la pregunta, hay más detrás de "cambiarse el nombre", ¿Nos asustan las ocurrencias venideras?, Resulta que no solo quiere cambiar de nombre, quiere cambiar algo más de su persona, ¿Es así?
El nombre es demasiado importante. Lleva cargas emocionales y connotaciones hereditarias. Es nuestra primera presentación.
Después de mucho leer, sobre todo porque ya he nombrado a 5 hijos, aprendí que importa mucho tener solo un nombre (salvo que sea compuesto con el segundo y siempre se utilicen ambos), que el nombre jamás debe repetir otro de la familia (menos ponerle nombres asociados a los nombres de los padres, de los abuelos o de hermanos fallecidos antes o después de nacer) y que el significado semántico debe ser positivo.
Ahora, que una persona quiera cambiar su nombre es evidencia de un profundo deseo subconsciente de cambiar su vida, de ser otro o de ser mejor, y eso jamás se le debe negar a nadie, menos a los hijos.
Los que somos creyentes estamos acostumbrados a esa idea, porque en la Biblia cada vez que Dios quiere cambiarle la vida profundamente a alguien le da otro nombre, con otro significado. Y aunque no todos sean cristianos la idea tiene mucho sentido y validez.
Creo que no solo debes dejar que lo haga sino apoyarla, aconsejarla y ayudarla a investigar el significado profundo de lo que está queriendo hacer para que lo haga de la mejor forma
Cuando estaba embarazada de mi hijo (ahora tiene 21 años), my ex-marido y yo discutimos sobre que el nombre del niño. Al final decidimos ponerle Noah como primer nombre y John como su segundo nombre. Su padre quería llamarle sí o sí John (debido a su abuelo), pero yo quería un nombre que fuese más único, pero que no fuese raro…vamos, un nombre que tuviese poca gente o nadie de su clase.
Ahora ha decidido que le gusta más el nombre de John y debido a que es legal, se lo puede cambiar. Yo le apoyaré en el nombre que él quiera. Es verdad que algunas veces sin querer le llamo Noah (normalmente cuando hablo de él con otras personas), pero me corrijo rápidamente. Su padre, quien lucho por el nombre de John, todavía tiene dificultades para llamarle por ese nombre y le llama Noah.
Ah, ¿recordáis lo de que no tuviese el mismo nombre que sus compañeros de clase? Cuando estaba en la secundaria no solo había más de un Noah, si no que encima que tenían el mismo apellido pero con una diferencia en la gramática (p.e., Olson/Olsen, Larson/Larsen). Mi hijo era de la terminación “en”, por lo que era el primer Noah que salía en la lista, más de una vez mi hijo fue llamado a la oficina por error porque querían a otro Noah.
Como resumen, si tu hija quiere cambiarse el nombre, llámala por ese nombre. Sí fuese tú, incluso pagaría el cambio de nombre, para demostrar que la apoyas. Ella podrá cambiárselo en menos de un año, así que, ¿por qué no la muestras que la apoyas ahora?
Esta pregunta me pareció muy curiosa y voy a contar la razón por la que yo a los 17 casi 18 me cambie el nombre. Mis padres siempre hacían un concurso de nombres entre familiares para elegir nuestros nombres con su significado, origen, etc. Entre la lista de mis opciones de nombre estaba Sara Lucía, Karen Adlai, Salome, etc. En el concurso el nombre ganador fue Sara Lucía. Luego de un tiempo, antes de mi nacimiento, mi madre dijo que no quería ponerme ese nombre porque su hermana fallecida se llamaba Lucía y pensaba que al ponerme ese nombre todo el mundo se acordaría de ella al escuchar mi nombre, lo que no dejaría que ella descansara en paz, entonces me cambiaron el nombre a Karen Dayana.
Un día según me ha contado mi madre, cuando tenia como 6 años, ella entro a mi habitación y me empezó a preguntar el nombre de mis peluches que en su mayoría eran caballos (a la hermana de mi mamá también le gustaban los caballos) y de forma extraña a todos les había puesto el nombre Luci o Lucía, mi madre quedo claramente impactada porque yo no sabía acerca del nombre Sara Lucía y no conocía a mi tía Lucía claramente. Mi madre decidió contarme acerca de mi verdadero nombre y desde ese momento decidí que quería cambiarme el nombre además que desde que tengo uso de razón detestaba el nombre Dayana y no me sentía identificada con él. Me demore un tiempo en hacerlo porque las cosas no se daban o me generaba dudas hacerlo, pero finalmente aunque es un nombre raro decidí llamarme Karen Sara Lucía, el Karen lo mantuve porque en 18 años tuve muchas experiencias y aprendizajes con ese nombre y sentía que quitarlo era olvidar esa parte de mi vida y me siento mucho más feliz porque aunque es difícil adaptarse me siento completa como persona.
En conclusión, pienso que lo importante es que haya una razón de fondo para un cambio de nombre porque no siempre es fácil, y que la apoyes como madre en esa decisión. Muchas veces hace parte de nuestro proceso de aprendizaje entender porque queremos hacer algunas cosas y tal vez al final decida que no quiere, pero es más fácil hacerlo con apoyo, además que evita que lo haga impulsada por llevar la contraria de otras personas y luego se arrepienta. Para un extra de información Karen significa "de la realeza", Sara significa "princesa" y Lucía significa "luz".
Voy a comentarte mi experiencia. Como verás mi nombre es bien único y aunque he conocido un par de Francesca’s en mi vida nunca he conocido una que lo escriba como yo. Mis padres insisten que antes de ponérmelo buscaron el nombre para escribirlo adecuadamente pero yo sigo sin entender de donde lo sacaron. Toda la vida me toca deletrearlo para todo y es un nombre muy largo. Preguntas incómodas sobre “y de dónde es? Es Italiano? Es Ruso? Porque se escribe así?” Toda. Mi. Vida. Entonces yo también empecé a decir que al llegar a la mayoría de edad me lo cambiaría para que al menos estuviese “bien escrito” porque el nombre en si no me molesta y mis padres, que a estas alturas estaban cansados de oír mis quejas de “porque lo escribieron así?” Dijeron que me apoyarían. Pasó algo curioso y bueno, el tema es que por motivos de tiempo (mi primer día de universidad ocurrió 1 día después de mi último día de colegio y antes de mi graduación) y todos mis documentos importantes hasta ese momento (el título con el que haría los trámites) estaban con mi nombre así escrito y aunque podía cambiarlos tardaría tiempo y la verdad yo no quise complicarme la vida en mi primer ciclo universitario en trámites, dije “haré eso el otro ciclo que me haya acoplado” (la universidad es un ritmo MUY distinto al colegio cuando estudias medicina) el punto es que ese ciclo que suponía cambiarme el nombre conocí a un catedrático que a la fecha es mi favorito. Muy amable, muy viejito (90 años tiene) y un AMOR de persona….pero por su edad (dice el 😂) se inventaba apodos a las personas para recordar sus nombres. A mi me tocó ser la “Franshesca con H” del salón. Siempre siempre que me ve (aun ahora) dice “Hola!!! Franshesca con H! Cómo estás?” Y la verdad pues, no sé, escucharlo utilizar esa diferencia que TANTO había atormentado mi vida hasta ese momento de manera tan natural y positiva….hizo que yo tuviera un cambio completo hacia mi nombre. Hoy lo veo como lo que es. Algo único y especial que sirve para diferenciarme y eso no está mal. Si, sigue siendo largo, si, sigo teniendo que deletrearlo….pero ya hasta tengo cancion para ello 😂😂😂 el punto es. Apóyala, si, porque la verdad que esto de los nombres es un tedio pero, si en dado caso decide hacerse para atrás también entiéndela. A veces cuando crecemos y el ambiente cambia, cambia también nuestra percepción y aprendemos a no darle importancia a ciertas cosas y a valorar otras. A mi catedrático que hizo que ame mi nombre….gracias, sigue siendo ud el mejor que he tenido! :)